Crítica: Buscando a Dory

El pasado domingo pude asistir al preestreno de Buscando a Dory, la película de Pixar que aterriza hoy mismo en los cines y que ya se ha convertido en el estreno de animación con mayor recaudación en los Estados Unidos.

Sí, somos conscientes de que es una "segunda parte" de una película que cuenta ya con 13 años de edad (qué lejos queda) pero esto se nos olvida en cuanto empezamos a verla. No es una segunda parte que olvidaremos con el paso del tiempo, no es una segunda parte a la que no mirar directamente a los ojos, no. Es una prolongación natural de 'Buscando a Nemo', el complemento perfecto por si la primera nos supo a poco.

Pues bien, ¿qué nos ofrece esta nueva película? Resumiendo: risas, emociones a flor de piel y tensión.

Dory, Nemo y Marlin en la película

Ante todo nos encontramos con una crítica a la situación actual de los océanos y la contaminación vertida por nosotros los humanos. Pero por si esto no fuese suficiente, también estamos ante una crítica directa al sistema de los zoológicos marinos. Prácticamente toda la película transcurre ahí, de un lado para el otro del parque y, aunque nos lo muestra con cierta ironía, se hace palpable el enfado con este sistema.

Contamos con una protagonista de lujo, Dory, que además en su versión española vuelve a contar con la voz de Anabel Alonso (brillantísima) que vuelve a darle una personalidad muy fuerte a la protagonista del film.

Marlin, con la voz de Jose Luis Gil (gracias a Dios por darnos un doblador con esta voz) y Nemo son secundarios, podríamos ver la película sin ellos y no nos acordaríamos de que no están. Dory está tan bien escrita e interpretada que podría atreverme a decir que nació para ser un personaje que pasará a la historia de Disney.

Dory negociando con Hank

Entre los nuevos personajes secundarios encontramos a Hank, el pulpo que intentará ayudar a Dory a encontrar a su familia. Un personaje que parece muy simple pero que está lleno de matices. Un pulpo muy divertido a la par que serio y que hace que el viaje de Dory junto a él se convierta en una epopeya.

Como todo lo que acostumbra a hacer Pixar, no es una película infantil sin más. Buscando a Dory tiene un trasfondo adulto, un mensaje sobre lo duro que puede ser alejarse de la familia ante cualquier circunstancia y la lucha por encontrar quiénes somos y de dónde venimos.

A nivel personal, una película que en el preestreno fue capaz de mantener pegados a sus asientos a los más pequeños (no se escuchaba ni una mosca a pesar de que la sala estaba llena de familias con niños) y a los adultos, ya sea por sus personajes, lo colorido de los escenarios o la historia. Una película muy recomendable para disfrutar en familia, en pareja, en solitario o en grupo. Se ha conseguido que nos olvidemos de que estamos viendo una película de animación y nos adentremos en un mundo de aventuras durante casi dos horas con momentos para reír, sacarnos alguna lágrima tímida y crearnos una tensión por saber qué pasará en cada escena que se sucede.

Extra: Unforgettable, la canción de los créditos interpretada por Sia es toda una delicia.